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¿Cómo BIM innovó y fusionó industrias en los parques temáticos de Disney?

Cuando Walt Disney abrió su primer parque temático en 1955 (llamado Disneyland y construido en Anaheim, California), su objetivo era construir un lugar feliz. Pero lo que creó, acabó siendo mucho más. Sus parques son lugares para pasarla bien, desde luego, pero también son lugares que cautivan, atraen, inspiran, absorben. Son memorables, en el sentido más visceral de la palabra.

El propio Disney lo habría definido como “magia”. Hoy día, sin embargo, ese inconfundible sello creador recibe otro nombre: innovación. Este concepto de parque, que aúna ingenieros ambiciosos, artistas con inventiva y tecnología punta, es tan emocionante en todas sus versiones que cabría preguntarse si ese “lugar más feliz del mundo”, como presume su eslogan, no será también el más visionario.

Tanto en Disneyland como en los otros once parques Disney existentes, las nuevas ideas brotan como manzanas en un árbol: jugosas, deliciosas y ya maduras. Pero no son solo las ideas novedosas lo que hace de los parques temáticos Disney algo tan extraordinario. También entra en juego la ejecución.

Entre este surtido de trucos Disney se cuentan disciplinas como la arquitectura, el diseño, la fabricación industrial, los medios digitales, la animación, la animatrónica y el modelado 3D; todas ellas exprimidas al máximo.

“Walt Disney Imagineering es una industria de industrias. Necesitamos incorporar todas ellas y combinarlas para ofrecer al público las experiencias que le queremos ofrecer”, indica Bei Yang, vicepresidente y ejecutivo del estudio de tecnología de Walt Disney Imagineering (WDI).

Aunque WDI no inventó el concepto de convergencia sectorial, sí lo ha perfeccionado de formas exhaustivas y pioneras. Comprender esta manera de hacer las cosas podría ayudar a empresas de cualquier tamaño y sector a alcanzar innovaciones de dimensiones Disney.

Aunque la fama de Disney se debe a sus películas y parques temáticos, su producto más importante es la narrativa.

La narrativa Disney se construye alrededor de una estructura clásica conocida como el viaje del héroe, en la que una persona común y corriente recibe una extraordinaria llamada a la acción. Con la ayuda de un mentor que ofrece formación y preparación, dicha persona se enfrenta a un reto increíble en un entorno fantástico, del que finalmente regresa, triunfante y transformada.


El castillo es un lienzo inmejorable para la convergencia industrial, que permite una narrativa más atractiva y de mejor calidad al convertir relatos planos en retratos tridimensionales.

“El primer castillo que construimos, si te fijas, no era más que un elemento que te atraía hacia el centro del parque. La llamada a la acción de ese viaje del héroe —explica Yang—. Más recientemente construimos el parque Disneyland Shanghái, cuyo Castillo de Cuentos Encantados es casi un castillo real en su interior. En este sí puedes entrar y vivir toda una experiencia”.

Todo ello se da gracias a la convergencia de arquitectos, artistas, ingenieros, tecnólogos y productores de medios digitales, entre otros.

Otro ejemplo es “Piratas del Caribe: La batalla por el tesoro hundido”, también ubicado en Disneyland Shanghái. Mientras que la atracción original de Disneyland, “Piratas del Caribe”, funciona puramente a base de escenas de animatrónica, la nueva versión de Shanghái incluye barcas de propulsión magnética, animatrónica interactiva de nueva generación y medios digitales inmersivos; todo ello sincronizado y coreografiado con la máxima precisión.

Una integración de otro mundo

Entre todos estos desafíos, el mayor ha sido sin duda Star Wars: Galaxy’s Edge de Disneyland y Disney World. Mientras que el Castillo de Cuentos Encantados y “Piratas del Caribe: La batalla por el tesoro hundido” son atracciones concretas, Star Wars: Galaxy’s Edge es un parque temático totalmente inmersivo creado a partir de la franquicia cinematográfica Star Wars. Es la mayor expansión de terreno dedicada a un solo tema en la historia de los parques Disney. En términos creativos, técnicos y logísticos, es uno de los proyectos más ambiciosos de nuestra historia”.

La atracción estrella del parque es una reproducción a tamaño real del Halcón Milenario que los fans de Star Wars pueden pilotar en un viaje virtual por la galaxia. Se reunió un personal de 140 disciplinas diferentes y de todas partes del mundo: artistas conceptuales, diseñadores, arquitectos de instalaciones y paisajismo, diseñadores de interiores y sets de espectáculos, diseñadores gráficos y multimedia, ingenieros de atracciones, programadores; además de un extenso elenco de fantásticos socios comerciales.

Asa Kalama, director creativo ejecutivo de WDI afirma que el secreto del éxito de una convergencia a semejante escala radica en BIM (siglas de Building Information Modeling): “La experiencia definitiva de la que hoy pueden disfrutar nuestros visitantes es el resultado de 600 modelos distintos, todos integrados en una sola fuente que incorpora el diseño, la fabricación y la instalación. Fue principalmente dando vueltas por el modelo como pudimos articular con claridad, entre nosotros, lo que estábamos construyendo exactamente y cómo lo estábamos construyendo. Yo utilicé BIM para llevar un control del progreso en tiempo real, gracias a lo cual pude centrar la atención del equipo en problemas concretos o tomar decisiones de diseño en respuesta a los problemas de discrepancias que iban surgiendo”.

Sin embargo, lo que BIM permitió fue, sobre todo, más rapidez. Kalama continúa: “Quizá la ventaja más directa que conllevó colaborar en un modelo BIM compartido fue la velocidad. Gracias a eso pudimos fusionar nuestras secuencias y asegurarnos de que había diferentes disciplinas trabajando en paralelo, a menudo a diferentes niveles de detalle, en cosas que de otro modo habrían tenido que suceder en orden secuencial. Al final, esto nos permitió concluir la construcción de una de las atracciones más difíciles en cuanto a técnica que hemos creado meses antes de la fecha prevista de entrega”.

Década de 2020: la convergencia

He ahí lo que promete la convergencia industrial: con BIM y otras tecnologías digitales, las marcas pueden coreografiar la actividad de una multitud de diferentes expertos para completar proyectos de tamaño, escala y complejidad inusitadas a una velocidad y con una calidad final nunca vistas.

Para WDI, el proyecto más reciente de este tamaño es el Avengers Campus, un destino de temática de superhéroes de Marvel que se inauguró en junio de 2021 en Disneyland, actualmente en un monumental proceso de expansión. Pero los parques temáticos solo son el principio, sentencia Yang, quien vaticina que el variado surtido de tecnologías emergentes —desde la realidad aumentada o los vehículos autónomos hasta las ciudades inteligentes— exigirán unos esfuerzos de integración a escala Disney.


Sea cual sea la industria en la que trabajes, Yang concluye: “habrá una integración mayor y más ajustada. Ese va a ser el desafío de la próxima década”.

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